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La falta de entrega de mercadería y el fantasma de desabastecimiento

La falta de entrega de mercadería y el fantasma de desabastecimiento

En la medida en que el dólar no se estabiliza, la economía sigue sin tener precios de referencia. Temen que se empiecen a notar faltantes

Lo cierto es que los principales supermercados se preparan para un fin de semana con mucho movimiento. Y con el fantasma del desabastecimiento como una probabilidad, en medio de la incertidumbre.
La clave es que varias fabricantes de alimentos, bebidas y productos de higiene y limpieza dejaron de entregar mercadería a la espera de una estabilización del mercado cambiario. Sin un valor del dólar de referencia, varias compañías se sentaron sobre el stock y cancelaron sus ventas. Algo que avisaron el mismo lunes de la devaluación a través de correos electrónicos a sus clientes.
Algunas de las empresas líderes definieron aumentos en las últimas horas. Pero que, así y todo, no podrán despachar con normalidad ya que hay cadenas de supermercados que se toman varias jornadas antes de aprobar una nueva lista.
Al contrario de lo que venía sucediendo en los últimos meses, esta vez los incrementos son generalizados. Es decir, las empresas retocaron a todos sus artículos.
Algunos ejemplos: Arcor aumentó sus productos en un 15% promedio. Lo mismo que Mondelez (galletitas, golosinas, polvo para preparar postres). Una décima por debajo aparece Molinos, con un 14% promedio. Sus productos abarca prácticamente toda la gama de alimentos de la canasta básica: desde fideos a aceites, congelados y harinas.
Otras empresas, como Unilever y Nestlé, no habían comunicado las nuevas listas. Mientras tanto, tienen suspendidas las entregas. Lo mismo que otras aceiteras, como General Deheza. Y arroceras más pequeñas como Carogran, que ya advirtió a sus clientes que el día que retome las entregas lo hará con remarcaciones de por lo menos 20 por ciento.
Algo similar ocurrirá con las lácteas. Las más importantes del mercado tenían previsto anunciar sus ajustes en las próximas horas. Pero mientras tanto dejaron de entregar productos.
En los supermercados esperan que la oferta no se corte. Aunque desde algunas cadenas admitieron que, dada la demanda extraordinaria, podría haber algunos faltantes.
Por ejemplo, en lácteos. Se trata de un rubro en el cual los comercios no stockean ya que tienen fecha de vencimiento "corta". Y hubo un freno en las entregas en las últimas jornadas.
Lo mismo sucedería con todos los productos del rubro "papeles". Desde rollos de papel higiénico a rollos de cocina. Apenas se movió el tipo de cambio, empresas líderes de ese nicho, como Samseng, primero suspendieron las entregas y luego avisaron de un incremento generalizado de precios de nada menos que el 21 por ciento. En un rango parecido aumentará el café: 24% promedio.
Algunos rubros críticos en el tema abastecimiento, según estiman: lácteos, aceites, conservas (enlatados de pescado, por ejemplo), harinas y papeles.
Se trata de los nichos donde el precio del dólar pesa más que en el promedio. O en los que, como se dijo, los supermercados no stockean.
Tanto del lado de los proveedores como de los comercios, en una cosa hay consenso total: la situación recién se normalizará cuando el dólar vuelva a mostrar un nivel de equilibrio. Que termine la volatilidad. Recién ahí, las empresas sacarán las cuentas de los aumentos próximos, que terminen de asimilar los costos de la devaluación.
De todas maneras, los protagonistas de la cadena comercializadora tienen en claro que, más allá de la voluntad negociadora de empresarios y funcionarios, hay un actor poderoso que es el que determinará cuándo se normalizará la situación: el dólar. En la medida en que la volatilidad del tipo de cambio no se disipe, la industria continuará sin precios de referencia, lo cual podría llevar a exacerbar la parálisis de la economía. Así, el fantasma del desabastecimiento vuelve a rondar las góndolas argentinas.

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