Logo
Imprimir esta página

El pipazo

El pipazo

La escalada del consumo de droga en adolescentes y jóvenes parece no tener límites, ya que ahora una nueva modalidad de consumo se está imponiendo: el llamado “pipazo”, que es la mezcla de pasta base con virulana y se fuma en un tubo de aluminio. El efecto es de corto tiempo pero logra enajenarlos de todo tipo de autocontrol. Aquí los testimonios de jóvenes que dan testimonio de la triste nueva moda que sin dudas va de la mano con la gran cantidad de hechos delictivos en la ciudad.

Desde hace algunos meses jóvenes de la ciudad estarían consumiendo el famoso “pipazo” como se lo conoce vulgarmente. Así se denomina el acto de fumar pasta base mezclada con virulana en un tubito de aluminio. Si bien el efecto alucinógeno de esta droga es muy corto, el poder adictivo es tremendo y el efecto en la conducta de los adolescentes totalmente peligroso, ya que pierden todos los frenos inhibitorios. 

Si bien no se trata de una droga nueva, hasta hace poco era impensado que esto  ocurra en los barrios de San Francisco y Frontera. Sin embargo, la droga no tiene límites y las distintas formas de consumo van colonizando el país ante la mirada indiferente de funcionarios políticos y judiciales. 

Muchos adolescentes, especialmente los más jóvenes, en su mayoría menores de edad, son los habituales consumidores, dado que sería la moda del momento, e incluso se estaría vinculando a varios jóvenes que participaron de delitos con su consumo. 

La denuncia de esta nueva modalidad llega a esta redacción luego de escuchar el relato de varios jóvenes que conviven diariamente con consumidores y ven los terribles efectos de esta droga. 

“Hace rato que los mas guachos le dan al pipazo, si vas al barrio te muestro los cañitos” comienza el relato de Esteban ante la consulta de si era habitual la presencia de la pasta base o paco en los barrios.    

“Quedan reventados por unos 20 minutos y son capaces de hacer cualquiera... no les importa nada cuando quedan doblados” grafica este muchacho de unos 20 años que cuenta que tiene un pasado como adicto y que no quiere que estos chicos sigan por este camino. “Yo se lo que es estar así, pero con la pipa es peor, los deja re locos y después se mandan cualquiera, necesitan ayuda sino van a terminar mal estos guachos, yo les dije pero no te dan pelota” cuanta y agrega que “ahora está de moda y los más chicos andan con eso” finaliza Esteban. 

Otro de los testimonios pertenece a Juan, a quién llegamos luego de varias negativas por temor a represalias, pero finalmente accedió a dialogar vía telefónica y también confirmó la presencia de pasta base en los barrios. “Soy adicto de toda la vida, pero lo que pasa hoy no tiene comparación. Estos pendejos no tienen control ni respeto por nadie y cuando fuman esa porquería menos. Son capaces de pegarle a la madre para que le dé guita para la droga. Esto hace rato que pasa pero a nadie le importa, todo queda acá y la gente está cansada, no hay forma de controlarlos cuando están pasados...” nos cuenta al mismo tiempo que nos pide reserva absoluta “no quiero quedar pegado con nadie hermano, hoy no hay códigos y muy pocos entienden lo que pasa en el barrio por eso no lo van a solucionar nunca y cada vez va a ser peor... total a nadie le importa.Cuando matan a uno ahí salta un poco la bronca pero después todo sigue igual. Lo mismo cundo hay un allanamiento por droga se calma unos días pero después todo vuelve a la normalidad”, explica Juan y nos dice “contala como quieras a la historia pero acordate que en cualquier momento se mandan otro moco algunos de estos pibes...”  

Esta es la triste realidad que se vive en los barrios de la ciudad, en esa ciudad oculta que muchas veces no se quiere ver, donde la droga está matando toda una generación de pibes, donde tener 100 mangos todos los días para el consumo se convierte en un botín sagrado y donde comienza la etapa delictiva de muchos jóvenes de 15 o 16 años que no pueden acceder diariamente a ese dinero para cubrir sus necesidades adictivas. 

Sin contención, sin una actuación responsable de la Justicia y sin la participación estatal urgente, seguiremos “renegando” y pagando las consecuencias de los relegados que deja el sistema con nuevos hechos lamentables.

Todos los derechos reservados. Copyright 2013.